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miércoles, 31 de julio de 2013

AL FINAL ES MADRE


I
Sobre el marco
caen retinas
que se convierten polvo
como si fueran alas de libélulas
nutriendo el deseo
por hundirme en su sexo
blanco umbral
con auroras que realzan el café de sus ojos
frágiles escollos
escarchados de nubes preñadas
para darle vida a una boca incauta
encaminado
por deseos de morderte hasta los hueso 
llenar el cántaro
colocando debilidades
mi jauría
eterna sobre la cama                                                                                                esperanza embarcada sin anclas
para derretirme entre olas púberes
porque al final
de tantos rocíos
de cascadas nocturnas
amanece sin querer
tú con el jardín del progreso
yo la espera
el fruto

II
Abre la mano derecha
y rinde esas luciérnagas
entre las piernas 
colorea
nuestra atmósfera para observar
como brilla el perfume macerado
enmarca la risa
y desviste la espalda
el balcón de tus cabellos
evoca esa compañía
que adormece la manzana del tiempo
la que se enclaustra entre ombligos
el sueño
que humedece la opción de procrear

III
Encerrado
con la tristeza de ventanales desnudos
húmeda y ligera
por dónde pasan retinas orgásmicas
brilla el techo
por labios que buscan tus piernas
muevo la sombra
el sexo 
la cama
auroras del entumecido pecho
tornasolados al recorrido del sol
detrás del viento
detrás nos conocemos
ciegos a destiempo
sueño que somos hilos
la piel de los días


Publicado en la Revista Cultural LITERAR (Argentina)  abril del 2013.



EN LA PUESTA DEL MAR

I

Senda                                                                               
marea clara  
me voy
pero la salmuera
-        verso y viento  
movimiento
tiempo
señuelo y desasosiego 
piel
seda entretejida
opresión
a la deriva del río                                                                                                                                     
pero el canto porfío
qué besa
palmo a palmo
al paso vacío
regocijo
tornasol qué ruborizó
allá los umbrales
luz madrigal
no, no estoy mudo 
mi sílaba crea la próxima playa
vieja barcaza  
la coraza con voz  
risueña  
qué me besa  
sonora
qué me invocó

II

Y sin embargo
las conchitas del mar

¡ha! cómo les gusta besar
sudor a sudor                                                                                                                                        
la nueva tierra y el sol           
playa de mi casa  
¡espera!
espera que las escamas
se formen espuma
espera el reflejo y la sal
creo pasarán los vientos                                  
y cuándo quedes atrás
allá
junto al mar
bandada       
a bandada
cómo bocanadas  
ajadas

¡ha! cómo cambias mi olor
el agua
arena

III

Salmuera
¡Súbitamente
por la puerta pasas!

ven
platícame 
entra de apoco                                                            
cómo las aves
crepítame
embúlleme   
palmera
a palmera  
mientras pienso
que eres el suspiro
la boca
conocedora de recónditos lugares
madre que conoce su casa
y la próxima casa qué se levantará

pienso
que tú mar  
deliberas mi alma

IV

Viento
aleja tú carruaje   
lo siento
yo alimento las piras
las sales
la playa y mi rostro

¡oh! lustro que guardó
hilos de luz
estrellas
y esa seda
enhebrada en cada rincón 

coraza
ahora nada importa    
pues hora tras hora   
entre la boca  
se va
y no perdona

V

Sólo me queda 
y me quedo en la casa
sordo
y solo

cuenca 
por afuera llueve luz
no hay puerta
el mar y la puesta
nos atardeció 
¿quién tocará 
en sombra horizontal?
¿quién oteará 
día
a día?
¿quién será
él de la barcaza tejida?
  
¡ha! me risueño  
bajo el sol
efervescente


Publicado en la Revista Cultural EXPRESSõES! (Brasil) Número 21 del 2013.